lunes, 18 de septiembre de 2017

Ilustradores anónimos

Mucho llevo pensando en una entrada sobre los ilustradores de "entonces", es decir, cuando yo era chico. Los libros tenían unos dibujos impresionantes que ayudaban enormemente a comprender las largas descripciones que los escritores no tenían más remedio que hacer ya que la televisión no estaba en manos de muchos y un desierto, por ejemplo,  seguía siendo algo difícil de entender.

Me regalaron mis padres unos libros de la editorial Fher: "Un Capitán de quince años", "Moby Dick", "La Isla del Tesoro",...


Eran versiones "amables" y correctas pero que llevaban a lugares y contemplaban personajes muy desconocidos. Había mucha austeridad tanto en la cubierta como en la portada, y páginas y páginas grandes de renglones largos llenos de letras (aunque el interlineado era más espacioso que el amasijo de la colección Reno de bolsillo de Espasa Calpe, por ejemplo) :





Menos mal que una sobrecubierta ilustrada sí invitaba a su lectura:

Qué agradable sorpresa al pasar la página y encontrar una de esas fantásticas ilustraciones que ponían todo en su sitio: los salvajes, los tatuajes, la selva, la isla, la ballena,...

Nada de eso había sido visto. La Enciclopedia Álvarez tenía triángulos y dibujos de la bandera. 

Los ilustradores ponían, literalmente, luz a tanto mundo desconocido. Raramente su nombre aparecía en los créditos del libro. Esos grandes artistas  anónimos a color contribuyeron mucho a la animación lectora de aquella época gris.


Desde aquí, tanto agradecimiento.


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