viernes, 19 de agosto de 2016

Un repaso a "Tarzán", por aquello de...

Con el reciente estreno de una nueva película de Tarzán, nos encontramos en un buen momento para comentarles a nuestros niños y jóvenes que, como casi siempre, las historias de cine han nacido en un libro. Y que allí son más extensas, con más detalles y, sobre todo, no están hipotecadas a  las demandas del lenguaje cinematográfico, que está por ello menos próximo al lenguaje de la imaginación de lo que lo está la literatura.



Tarzán es un icono mundial que trata el mito del “buen salvaje” que ya se había contado muchas veces antes de que Russeau lo pusiera en la palestra (ya había llovido desde que Plutarco hablara de Rómulo y Remo). Y como siempre: Tarzán no es inocente. Sí, que no está carente de ideología, que hay muchas connotaciones detrás de toda la obra de este gran personaje (como personaje es enorme, no cabe duda) de la literatura protagonista de numerosas novelas.


Pero ocurre algo poco frecuente con este personaje respecto a la época en que nació y se hizo popular, y es que su creador Edgar Rice Burroughs nada más conocer el éxito de su primera novela, decide extenderlo a otros medios de masa, cobrando los derechos de autor pero teniendo que dejar la obra en manos de otros guionistas. Así, sobre todo el cine, las tiras de prensa, los relatos por entregas y los cómics, abren el mundo de Tarzán y, en consecuencia la diversidad de sus mensajes. En cuanto que la televisión apareció, Tarzán apareció también en ella.





Por eso, en algunas obras encontramos un Tarzán identificado con el medio y la naturaleza que lucha al lado de los indígenas contra opresores blancos que vienen a estropearlo todo. Sería el Tarzán solidario y ecologista.


Pero, implícito en su creación, la mayor parte de las veces encontramos un Tarzán que deja clara la supremacía del hombre blanco sobre el resto del mundo y sus habitantes, ya sean animales a los que mata a diestro y siniestro (porque son muy peligrosos ¡glup!), ya sean tribus de pobrecitos negros a los que solo un blanco puede defender, ya sean malditos negros caníbales con los que hay que acabar.






Ni que decir tiene que la supremacía del varón sobre la mujer es más que patente en casi toda la obra, sea cual sea el autor, y además las connotaciones estéticas de la moda imperante para un hombre (un personaje masculino casi desnudo que casi nunca sufrió censura).



Entre todo esto, está la potente imaginación de Burroughs que, aun siendo un escritor que se decide a escribir “porque yo eso puedo hacerlo y mejorarlo” (ante los folletines que leía que consideraba de poca calidad pero que producían mucho dinero), es capaz de idear mundos llenos de aventuras, exotismo, fascinación y acción rápida sin pensar en lo que pueda haber detrás. No olvidemos sus otros personajes en Marte, o en Venus o en el interior de la Tierra, por ejemplo.




No era nada fino y entre el espeso follaje de la selva podía poner algún león, por citar un caso que, por el contrario, Julio Verne habría cansado al experto de turno,  para que le confirmara si ese dato era correcto o no.  Porque, a diferencia del escritor francés, Burroughs (que tampoco había salido nunca de su país) no se relacionaba con la comunidad científica de su entorno.



Pero decía que si sumamos la imaginación del escritor americano y su fantástico diseño del personaje, el enganche que producían las tiras diarias y los dominicales del periódico,






 los magníficos artistas que iniciaron la andadura de Tarzán en cómic (Foster, Hogarth, Kubert,…)






el nuevo mundo que mostraban las películas,





la capacidad de la televisión para hacer popular a alguien



y, para colmo, el ser tocado por el dedo mágico de la industria Disney,




no cabe duda de que estamos ante uno de los dioses de la mitología moderna. Y con sus más y sus menos (como todos), seguro que tiene muchos adoradores.

Podemos estar entre ellos, pero eso no quita que veamos las obras con un buen espíritu crítico y hagamos partícipes de ello a nuestros jóvenes y pequeños.

Algo más

Como gran mito que es, Tarzán ha dado lugar a versiones, reinterpretaciones, creaciones paralelas, parodias, etc.

Como personaje de novela apareció Ka-Zar, que luego fue evolucionando en su adaptación al cómic.




También en cómic, hay un personaje paralelo: hombre blanco que pone orden en el caos africano, que es El Fantasma, de Lee Falk.



Y algo mucho más digno (que se acompañó de connotaciones políticas desde su inicio) que es Pantera Negra, pretendidamente un buen rey de un país imaginario africano pero, en el fondo, el protagonista de una autarquía.



La versión femenina no podía faltar, y al ser un personaje ligero de ropa, en los cómics ha tenido una gran carga erótica, participando incluso de los cómics pornográficos.



Además ha participado de ese grueso número de personajes famosos pasados a la parodia, tanto en cine como en animación y cómic. En estos casos se le conocía como George de la Jungla.








Cerremos reconociendo la importante figura de Tarzán en el imaginario colectivo, su valor como predecesor de los superhéroes y su "autoridad cutural" para aparecer cómo y dónde le plazca. Y, si no, vean esta imponente viñeta de Neal Adams con Flash Gordon y John Carter.







domingo, 14 de agosto de 2016

Los carteles de animar a leer son para el verano

El verano es un momento estupendo también para la lectura, pero hay que evitar los post pesados que el calor no es amigo de ladrillos. Por eso he preparado uno muy visual, en el que, por medio de carteles, se anima a leer (o se pretende) con temática veraniega y agua: piscina, mar, lago, charcos,... Después de consultar 800 afiches, he seleccionado los que aquí aparecen. No están los típicos de un paisaje, una sombrilla y alguien leyendo, sino aquellos que le han hecho pensar un poco al autor o autora.
Por cierto que he intentado poner los nombres de todos los autores, pero algunos han sido imposible localizarlos. Perdón.

Y empezamos con dos graciosos gif, El primero de Joao Fazenda, y el segundo apoyando la lectura digital de Carolina Cancanilla.


Ahora unos pocos anónimos, alguno simpático pero sin mucho interés, aunque pueden dar ideas.







Los que vienen a continuación son muy interesantes. Para conocer los autores, picas en la imagen y dale a "guardar como". Así leerás el nombre y te lo guardas o cancelas.























Ahora otro grupo llamativo, también anónimos (casi todos) pero con eslogan. 







Los que he podido los he "tuneado" quitándoles los textos para que quien quiera le ponga el suyo.







Y ya los carteles que acompañan a campañas concretas. Me ha resultado muy gratificante encontrarme con la campaña cultural del verano de Conil, que veréis con qué eslogan se promociona:








He podido apañar un par de ellos con los que se podría trabajar.



Otra campaña de remojo y lectura es la de las Bibliotecas de Navarra. Igual: carteles originales y amañados.









Para poner texto nuevo:









Resulta que en Miami desarrollan un programa de animación a la lectura con la Fundación CuatroGatos. 




He apañado un par de ellos:


Obsérvese cómo este segundo de la niña en el barquito de papel, de Marcela Calderón, se parece un poco más de la cuenta a la ilustración de Shaun Tan que sirvió de ilustración de cubierta para "El árbol rojo" (Barbara Fiore).


No es la primera vez que lo vemos "homenajeado" por otro autor.

Un par de ellos de la Fundación Germán Sánchez Rupérez que pueden servir, en su versión pequeña, como marcapáginas. Aquí los originales y los adaptados.




Para ir terminando dos carteles desafortunados uno por la composición (excesiva elipsis en el de la UNED: los libros te los presto en verano, en verano la gente va a la playa, en la playa se usa sombrilla, debajo de cada sombrilla hay un posible lector, te puedes llevar el libro de la UNED a la playa y leértelo bajo una sombrilla) y el otro por el exceso de texto, pero algo hemos podido aprovechar de este último.






Y, ahora sí, por último, un cartel para reflexionar a cuenta de los eslóganes. Tal vez volvamos a ello en otra ocasión. La cosa es que se escriben frases sobre la lectura que parece que la lectura seguro que te hace mejor, que te hace libre, que te hace inteligente, que te hace bueno, que te cura,... Cuidado. Sin pasarse. Como en este:

Como mucho el libro es una tirita para aliviar un poquito de soledad, pero de ahí a salvavidas...

NOTA: Todas las ilustraciones que aquí aparecen han sido tomadas de la red. Si vas a utilizar alguna para hacer tu cartel, que no tenga fines lucrativos porque te buscas un lío. Para el cole están muy bien, sobre todo, ofrecer al alumnado el cartel con la imagen y que inventen el eslogan y lo compongan.