miércoles, 27 de abril de 2016

Los “algo más que libros” de Bruño

La editorial Bruño es bien completa en su fondo: si se hizo un espacio importante con la controvertida colección “Alta mar”, que traía un cuestionario de preguntas sobre lo leído -más como libros de texto que como libros literarios-, fue añadiendo incorporaciones importantes que hace ya algunos años se coronó con la producción de álbumes españoles en la colección Cubilete. Por medio, una gran importación de libros ingleses, franceses y estadounidenses, así como novelas para adolescentes, especialmente trilogías y sagas.

En esas importaciones hemos visto desfilar libros de todo tipo en los que sobresalía un algo más que la historia que se contaba: el cuento que hablaba de un castillo y traía un castillo para montar, la huevera con seis libritos a modo de “huevos”, los que levantando una solapa tenían sonidos, los que girando una rueda nos permitía elegir libros a la carta,…

Vamos a comentar tres de este tipo que para los más pequeños siempre ofrecen un valor añadido de cara a acercarlos a los libros.

Mi primera Mini Biblioteca

De Elizabeth Golding y Pat Hegarty con ilustraciones de Amanda Gulliver.


Es una caja que contiene nueve pequeños libros (cuadrados de 4,5 cm de lado) para presentar conceptos básicos, el vocabulario más sencillo que rodea la vida de los pequeños: las formas, los colores, los números, los vehículos, el cumpleaños, los juguetes, el tiempo, la granja y los contrarios.



Las doce páginas de cada librito (incluyendo las tapas) se corresponden a seis hojas bien gorditas de cartón. Las páginas presentan dos a dos el concepto con una palabra y un dibujo sobre un fondo de color único (menos el de los números y el de los contrarios que ofrecen una imagen y una palabra por cada páginas). En la contracubierta aparecen los versos de una cancioncilla o expresión de juego infantil, asociados con el tema del librito correspondiente.


Con esta caja, se podrá mirar, leer las primeras palabras, jugar… y al final volver a guardar cada librito en su sitio que para eso tienen la ilustración de cubierta en cada hueco.

Letras animales

Del equipo creativo de Alicat Publisshing.


Es una fórmula utilizada en numerosas ocasiones: en este caso el libro es de gran formato, consta de ocho páginas en las que la de la izquierda presenta seis o siete letras y en la de la derecha tenemos las mismas pero como un rompecabezas de seis piezas a colocar dentro de un marco. Las letras van apareciendo en orden alfabético y en mayúsculas en ambas páginas y suponen la inicial del animal con el que se completa la ilustración de la página y de las piezas del puzle.  A cada letra presentada le acompaña un pequeño texto con un contenido informativo sobre el animal en cuestión, una curiosidad que gustará de leer a pequeños y no tanto.




Para que las piezas no se desprendan de cada página, el libro trae una funda protectora de plástico transparente que nos permite leerlo y disfrutar de las ilustraciones y que, a la hora de jugar se quita y luego lo volvemos a colocar.
Las piezas de los cuatro rompecabezas tienen el mismo corte, por lo que si el chico o la chica que va a jugar con ellos ya conoce el abecedario se le pueden mezclar todas las piezas para que los monte, fuera del libro, como un rompecabeza grande pero, eso sí, con cada pieza en su sitio: siguiendo el abecedario.




¡Busca parejas!

Con texto y diseño de Anton Poitier e ilustraciones de Dubravka Kolanovic.


Cuatro libros y veinte piezas en un estuche a modo de gran libro. Cada libro nos presenta un tema básico, a saber: contrarios, colores, formas y números. Excepto en el de “contrarios”, en el que en cada página aparece una corta oración, en los otros tres encontramos preguntas ( ¿De qué color…?, ¿Cuántos…?, y ¿Qué forma tiene…?) que se responde colocando las piezas que vienen colocadas en el interior izquierdo del estuche, porque cada página de cada libro tiene un hueco en la parte superior en el que encajar la pieza correspondiente ilustrada por delante y por detrás.




Los colores son pastel, los dibujos están protagonizados por un perro y un hámster y las formas son redondeadas y tiernas. Una combinación muy acertada para que los pequeños pasen un buen rato de juego y algo de lectura.



(Si consigo adivinar por qué me aparecen las imágenes "bocabajo" y sé rectificarlo, lo haré).


domingo, 24 de abril de 2016

Vídeos que hacen lectores


Ya son conocidos, pero a veces perdemos los enlaces y no sabemos cómo encontrarlos. Aquí se van a quedar para cuando gustemos.

Los fantásticos libros voladores.





Mucho mejor ahora.


El increíble niño comelibros




Adivina cuánto te quiero



El pez feliz




sábado, 23 de abril de 2016

ABECECUENTOS (R)



De Daniel Nesquens. Ilustraciones de Noemí Villamuza. Editorial Anaya. Madrid. 2015.

     Recuperé la reseña anterior de Abecebichos (2012) porque me encontré con este otro título de esta particular minicolección, que he completado con Abececirco (2014). 


      Está claro el gusto de Nesquens por los abecedarios. Y no solo por estos títulos. En algunos de sus libros de cuentos aparecen derroches de nombres de personajes con la particularidad de que no coincidan en la inicial, por lo que se recorre casi el abecedario. En "Días de clase", además, se ordenan alfabéticamente en una suerte de guiño con los lectores que se fijan en si se ha saltado una letra y la recupera después.

     En esta tercera entrega, Nesquens homenajea a los personajes de los cuentos pero, claro, en orden alfabético, como en los otros títulos. Esta vez el reto para la ilustración es máximo porque el escritor sintetiza todo lo que quiere expresar del personaje con un adjetivo o con un verbo: “Caperucita cantarina”, “Frankestein friega”. 




     Noemí Villamuza, como siempre, da la talla sobradamente y coloca al protagonista de la doble página una compañía, de nombre también iniciado con la misma letra, a veces también personaje, quedando un libro bastante poblado. 

     Cuánto me gustaría saber el cómo se ha elaborado el libro, si esos compañeros fuera de texto (la iguana para Ivanhoe o el oso yogui para Yafar, por ejemplo) han sido sugeridos por el autor o son decisión exclusiva de la ilustradora. Reconozco que algunos binomios me gustan para generar historias, pero hay alguno que me rechina un poco (como en el caso de Yogui, o el demasiado "carameloso" de Wendy y Winnie).


     Otro detalle que también me ha llamado la atención es que, si bien los trazos de boceto que caracterizan los dibujos de Noemí son señas de identidad y llenan a los dibujos de vida y movimiento, en el caso de la Sirenita resultan excesivos en la cara y en Alicia en la barba. Unas sombras de resultado un poco raro.
     En cualquier caso, otro libro delicioso para provocar a los lectores a imaginar, reinventar, completar, añadir e incluso dibujar: ¿alguien se opondría a dibujar un verderón mirando a Viernes y su violín?
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      Y ya puestos comentamos el que nos queda: Abececirco.


     En esta ocasión, el texto era más narrativo y el ilustrador pudo tener más elementos para construir toda una historia seguida, todo el viaje de los componentes del circo hasta llegar a destino y hacer su gran representación. 
     Si el sustantivo es el que define el personaje que lleva la letra que toque (hombres, ilusionistas, jinetes, King Kon,...), el adjetivo, el verbo y otro nombre como complemento directo terminan de gestar la imagen que Alberto Gamón construye con ese estilo tan personal donde todo parecen piezas sueltas que sin embargo están perfectamente engarzadas. 


      Unas piezas que se antojan geométricas pero redondeadas para hacerlas completamente orgánicas. Un lujo.
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      Daniel: desde aquí me atrevo a sugerirte algunas otras posibilidades: Abecesitios, Abeceplantas y Abeceniños.







ABECEBICHOS (RR)

De Daniel Nesquens. Il. de Jacobo Muñiz. Ed. Anaya. Madrid.

     Hay, prácticamente, un subgénero muy especial en la Literatura Infantil y Juvenil que son los abecedarios: para mostrarnos animales, para mostrarnos personajes, para jugar plásticamente con las letras en ese orden tan arbitrario que hay que terminar aprendiendo y que hace que muchos de estos libros abecedarios tengan una finalidad didáctica o al menos de ayuda escolar.

     Sin embargo varios artistas han demostrado el valor de jugar con el lenguaje a partir de este resorte alfabético y crear trabajos magníficos, bien en lo literario, bien en lo plástico o bien, como en este caso, en ambos campos.

     Nesquens de imaginación y sentido del humor va sobrado, de donde toma una buena dosis para construir una historia (o montones de ellas a la vez) en la que dos personajes (los profesores Nemo Calypso y Nautilus Cousteau) viajan por el mundo observando desde su basticafo o al ladito de ellos, a un rimero de animales que, ¡vaya!, se nos van presentando por orden alfabético. Y como texto lo hacen de la siguiente manera: un adjetivo, un sustantivo (el nombre del animal), un verbo y un complemento… ¡todo con la misma letra! Así encontraremos “Bebés ballena bucean buscando biberones” o “Jóvenes jirafas japonesas juegan juntas”.


     Y así se va avanzando desde las avispas hasta los zorrillos, para que en una cuádruple página (se despliega la última hoja) asistamos a la “Gran Presentación del Atlas Zoológico Mundial” a cargo de los dos profesores y con la presencia de todos los animales que han desfilado por las páginas del libro. Apoteósico, sin duda.


  Y es que el ilustrador Jacobo Muñiz ha tomado el pulso a la perfección (a pesar de sus dudas y su autocrítica), incluyendo la letra de la que se trate en el propio cuerpo del animal que nombra, añadiendo unos elementos (círculos concéntricos, especialmente, nubes y fragmentos de personajes que ya han salido) que dan continuidad a unas páginas con otras a pesar del disparate que el escritor está poniendo en juego. El dibujo, que posee la frescura de lo espontáneo con un estudiado uso de los espacios que se ocupan y de la direccionalidad del movimiento que transmite, se completa con espacios tomados a modo de collage de fotografías de telas principalmente.


     Un divertimento asegurado en el que los lectores también podrán jugar a buscar más elementos cuyo nombre empiece con la letra en cuestión, dentro de la doble página asignada a cada abecebicho. Genial.

Regalo de cumpleaños (galería de imágenes)

     Hace 400 años que enterraron a Cervantes. Eso dicen los papeles que de entonces se conservan. Y es un buen motivo para celebrar el día del libro. Bueno, un motivo como otro cualquiera. 


     Me asustan un poco las frases grandilocuentes sobre los libros y la lectura. También los textos supersesudos y larguísimos que, en el fondo, me quitan las ganas de leer. Por eso he optado por leer imágenes relacionadas con la lectura, que me resultan muy sugerentes y motivadoras.



     Recordar la relación entre quien escribe y quien lee: amores y desencuentros, infidelidades y entrega en exclusiva, complicidades, enfados y alegrías,...



     Y hay un elemento de la lectura que a veces se olvida, que hay quienes superan y les da igual donde leen, pero que para otros un libro también se impregna del sabor del lugar donde lo leímos.


     No obstante, si hay alguien a quien la lectura y los libros le siguen pareciendo lo más, también tengo dos perlitas encontradas por ahí que seguro le gustan, solo que no las tengo en español:


 

     Eso sí, un poco serios reconoceremos la importancia indiscutible del libro en particular y de la lectura en general en lo que supone el bagaje cultural con el que uno se mueve por la vida. Uno como persona y una como sociedad. Y con ellos las bibliotecas.

 

     Por eso, un libro siendo poco peso es una gran compañía para llevar allí donde vayamos.

     Y, ahora, con unas ilustraciones muy particulares encontradas en la red, mi reivindicación para leer lo que se quiera, cuando se quiera, donde se quiera y solamente si se quiere leer:





     Feliz Día del Libro.







domingo, 3 de abril de 2016

Contando cuentos para celebrar el 2 de abril

No sé que habrán hecho las librerías amigas de Jerez por el 2 de Abril, Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. En Cádiz tanto Las Libreras como Plastilina han reunido a sus amigos para que vayan a contar cuentos. Como Plastilina me invitó, allí me presenté y participé en la contada.



Lo más divertido fueron las madres leyendo-contando con sus peques: la cara de un tal Silvio haciendo de sorprendido, o una pequeña diciendo "Superyoya" cuando su madre la invitaba a decir Superlola,... Además de usarse el propio libro, se usó una tableta, un montón de objetos y yo llevé mi carpeta para contar "A qué sabe la luna".





sábado, 2 de abril de 2016

ÉRASE DOS VECES LOS TRES CERDITOS (R)

De Belén Gaudes y Pablo Macías. Ilustraciones de Nacho Marcos. Colección Érase dos veces. Editoria Cuatro Tuercas S.L. Madrid, 2015.

Los autores, en la web de la editorial Cuatro Tuercas, presentan la colección "Érase dos veces" con las motivaciones que les llevaron a ello: 

"¿Sois capaces de leer un cuento clásico a vuestr@s peques? Nosotros no. Nos saltábamos tantas partes y tapábamos tantas ilustraciones, que al final decidimos no leérselos. Bueno, como somos así de "a lo burro", en realidad pensamos que lo mejor era reescribirlos, ilustrarlos, y editarlos para que todo el que quiera los pueda tener. Y hemos pasado de príncipes valientes y princesas sumisas, de brujas malas, de lobos aterradores y de niños abandonados en el bosque. Nuestra versión más coeducativa, más corresponsable y más igualitaria. Porque nos mola más. Mucho más."


Hablan de darle otra oportunidad a los protagonistas para que sus historias cobren otro valor, y así es cada vez que una historia conocida se versiona. Lo que ocurre es que para encajar del todo una versión de un original hay que conocer el original, y no creemos que estén por la labor de que antes les leamos el cuento de "Los tres cerditos" para luego leerles esta vuelta de tuerca.

Cierto es que este libro se puede leer y entender sin necesidad de conocer la historia de la que viene, aunque no se entendería el recelo de los cerditos ante el lobo si la situación es tan ideal. 

Lo que un día con mucha ironía escribiese James Finn Garner en "Cuentos Infantiles Políticamente Correctos", se hace ahora realidad pero en serio, sí con todas las ganas de que los cuentos pierdan su sexismo, su violencia, su maniqueísmo.


La cuestión está en ver desde qué perspectiva se les encuentran esos atributos a los cuentos tradicionales. 

Aquí habría que entrar en una discusión profunda sobre el valor simbólico del cuento de tradición oral, que estas versiones podrían eliminar o al menos descafeinar; sobre la importancia de que la narración se encuentre "encerrada" en un espacio y en un tiempo ajenos al oyente con lo de "Érase una vez, hace mucho tiempo en un lugar lejano" y el "colorín, colorado, este cuento se ha acabado"; y sobre la necesidad de que en la historia aparezcan claramente buenos y malos, con sus premios y castigos, porque el oyente está en plena formación de su pensamiento moral y las conductas hay que dejarlas claras (no valen los malos por traumas infantiles, ni el que se les perdone y no haya consecuencias para el daño hecho).

Igualmente lo del sexismo hay que analizarlo con tranquilidad. Bruno Bettelheim decía que el cuento de La Cenicienta era aquel con el que más se identificaban sus pacientes, tanto mujeres como hombres. Por otra parte, en numerosos cuentos tradicionales encontramos: en los costumbristas a mujeres muy posicionadas que saben lo que quieren y reivindican sus derechos; en los fantásticos, brujas poderosas y hadas sapientísimas, heroínas atrevidas y valientes y malas malísimas; incluso en los de animales encontramos roles de todo tipo.


Por no hablar de cómo los cuentos tradicionales permiten pasar miedo en un espacio de completa seguridad, por lo que gustan tanto, y permiten cultivar el valor y jugar con las situaciones sin estar en peligro.

Por eso, me pueden parecer bien estos cerditos como una versión más con otra perspectiva, pero no como alternativa, no como sustitutos. Afortunadamente la Literatura Infantil es muy rica y ha cultivado lobos para comérselos (como el de "La ovejita que vino a cenar", que luego comentaré) que ponen todo en su justo equilibrio. Y como versiones todos valen.



Volviendo al título en cuestión, "Érase dos veces los tres cerditos", nos encontramos con un libro cuadrado, de tapas duras e ilustraciones a todo color, que ha visto la luz al financiarse por el sistema de crowdfunding, ese mecenazgo anónimo que, en esta ocasión, se hace público en las guardas finales y tercera de cubierta con la relación de todos los colaboradores.


Aquí los cerditos son el menor, la mediana y el mayor; unas casas que se caen por un viento que sopla con mucha fuerza; un lobo que quiere avisarles y no le da tiempo; y un equipo de tres cerditos y un lobo que planifican la construcción de una nueva casa con materiales naturales y próximos para reducir el impacto medioambiental. Además de que un cerdito haga la comida y una cerdita lleve la carretilla de ladrillos.

Está bien narrado aunque le falta una intriga, un interés, el suspense de la obra original. Más bien parece una crónica de sucesos. Las ilustraciones son punteras pero falta contexto, están recortadas sobre fondo blanco (menos en una ocasión que aparece un bosque pero las casas están solo silueteadas). El ilustrador Nacho de Marcos realiza para toda la colección un estudio cuidado de los personajes que responda a la filosofía que los autores han querido dar al proyecto, pero tal vez por eso queda todo muy de diseño, y falte cierta cantidad de espontaneidad y de ingenuidad, que por otra parte este autor tiene más que plasmadas en otros trabajos.  


En fin, un libro que tiene su sitio, por supuesto. Y que para mí está al lado de "Los tres cerditos", no en lugar de.







viernes, 1 de abril de 2016

¡FELICIDADES, SR. ANDERSEN!

Hans Cristian Andersen nació el 2 de abril de 1805, en Odense, Dinamarca. En honor a este escritor, su fecha de nacimiento nos sirve para celebrar cada año el Día Internacional de Libro Infantil y Juvenil.



Una autobiografía y numerosos biógrafos, publicaciones en papel y en la red, nos aportan muchos datos de su vida que está a la mano de cualquiera. Una vida de "patito feo"  que ya como cisne se paseó por las cortes europeas contando cuentos a reyes y reinas; cuentos que afortunadamente no se quedaron en las cortes sino que fueron y siguen siendo del pueblo.

Mucho me he paseado por páginas de libros y de la red leyendo sobre Andersen y dos cosas me apetece compartir con quienes os pasáis por este blij.



Por un lado el texto que Martin Wadell escribió en el 200 cumpleaños (2005) como felicitación oficial del bicentenario:

Querido Hans Christian Andersen: Celebras tu bicentésimo cumpleaños…o lo celebrarías, si todavía estuvieras entre nosotros. Sin embargo, sigues entre nosotros de la mejor manera en que puede estarlo un escritor. Los cuentos que nacieron de tu imaginación siguen conmoviendo a las personas, adultos y niños, aunque los hayas escrito hace mucho tiempo, en un ámbito que a muchos podría parecerles un mundo diferente. El corazón de hielo de la Reina de las Nieves y la sangre roja sobre las Zapatillas Rojas son imágenes poderosas que conmocionan a los lectores contemporáneos tanto como cuando las escribiste. Seguimos llorando por la Sirenita y reconocemos al Emperador Desnudo. Tus cuentos se reflejan en nuestros cuentos, en las historias que los escritores contamos hoy en día. Forman parte fundamental del conjunto de ideas que nos impulsan a formular las mismas preguntas que tú formulaste al lector, una y otra y otra vez: preguntas acerca del modo en que vivimos y del modo en deberíamos vivir, acerca del modo en que amamos y del modo en que deberíamos amar.
Eres uno de los más grandes narradores. Feliz cumpleaños te desea Martin Waddell.

Por otro, algunos ejemplos de una actividad algo menos conocida de Andersen: el realizar imágenes recortando papeles:



Y ya puestos, alguna que otra fotografía de interés: su casa, algún monumento, galería de personajes, manuscrito, dibujos, una caricatura... Cosas de Andersen.






Por cierto, aquí hay que reconocer que la editorial ANAYA nos ha ofrecido los mejores Andersen desde la colección Laurín:


hasta la publicación de los cuatro tomos con su opbra completa en la celebración del bicentenario, con cuatro magníficos e interesantes prólogos y otro tanto o más con los ilustradores.