viernes, 10 de noviembre de 2023

Destronada (R)


Las urracas entran por las primeras guardas y van a salir, volando también, por las guardas finales. Han visto toda la historia y han participado de ella poniendo un broche final. Por medio habrían cruzado un palacio: jardines, escaleras, pasillos, cámara… y en ellos espejos, cuadros, jazmines, rosas… ¡Y papel higiénico! 


Como personajes una reina, un bufón y toda la guardia (sin olvidar a los moradores de los retratos colgados en las paredes). Y como trama: el descubrimiento de que por mucho que alguien crea que está por encima de los demás, lo cierto es que es uno más en la humanidad con todas las luces y todas las sombras, sobre todo las sombras que se producen en la barriga y que tienen que salir fuera. Jajajajaja.


Cuando Pedro Mañas escribe la historia y la presenta a la editora y aparece el ilustrador elegido, José Fragoso, los tres se ponen a trabajar en el libro que empieza a crecer desde el arte del escritor hasta el buen hacer del equipo llegando a un resultado que le colgaría el cartel de “genial”.


El libro es realmente divertido, elegante en su propuesta (a pesar del tema importante que trata, antes apuntado, no es didáctico sino puramente literario), ingenioso con el lenguaje, chispeante con sus guiños (en texto y en imágenes), con su rima viva y fluida, con sus imágenes en acción (dibujos animados atrapados en el papel), y construido como un recorrido de ida y vuelta que invita a releerlo para comprobar cómo se desmorona paso a paso la vanidad de la protagonista.


Efectivamente, la historia camina de forma ascendente (literalmente del jardín al piso alto) por el palacio mientras la reina va acumulándose piropos y supuestas virtudes personales que irán desmontándose de forma descendente (literalmente del piso alto al jardín) por la causa que justifica la presencia del rollo de papel higiénico.


En fin, GENIAL. 

La cubierta

José Fragoso quería que apareciera en la cubierta del libro, la reina y el papel higiénico. Le encantaría que en el Museo del Prado hubiese un cuadro así. Y de ahí mismo, de ese museo, tomó la inspiración para la ilustración que resultó definitiva: el cuadro de la Condesa de Vilches de Federico de Madrazo.


Los autores

Así se reseñan ellos mismos en este libro, con las caricaturas que hace el ilustrador y coloca en sendos marcos como partícipes de la historia. 




Algunos enlaces de interés pueden ser:

El Instagram del ilustrador ,

La web del escritor ,

El cuento casi contado y dramatizado en YouTube  en “Cuentos en la nube

Jugosa entrevista con José Fragoso presentando el libro en “Un periodista en el bolsillo” 








miércoles, 8 de noviembre de 2023

Los migrantes (R)


No siempre se tiene la suerte de comentar un libro directamente con su autor. En esta ocasión, gracias a la Editorial Kalandraka y a la labor de difusión de la librería gaditana Plastilina, tuvimos un más que grato e ilustrativo encuentro directamente con Marcelo Simonetti, autor de este libro.





Esto permite hacer mi reseña incluyendo aportaciones directamente del escritor, que aparecerán en cursiva. Y para empezar nada mejor que recoger el planteamiento de la obra: cuando acaba la jornada, la maestra les dice que al día siguiente vendrán dos migrantes. 

En los encuentros con niñas y niños que Marcelo está teniendo con la presentación del libro, comprueba que no es una palabra, migrantes, que conozca la mayoría, por lo que el lector puede participar de las elucubraciones de los dos protagonistas.



Y esa es una primera parte del libro y bien divertida: el especular sobre qué será eso de migrante. Al principio, aparecen tres posibilidades: un dulce, una mascota o un juego de palabras. Había más ideas con las que jugar, pero había que crear una tensión, un ir creciendo en interés. Y al escribir desde la recuperación de la memoria personal, de mi yo como niño, elijo esas tres. 

La tercera opción, la del juego de palabras, es algo que aparece en otros libros del autor dado su interés por el lenguaje y sus posibilidades. A veces sin que se plantee como algo muy intencionado acaba surgiendo. Como autor reconoce que esto le ocurre por lo general: escribo con unas ideas de partida y cuando termino encuentro cosas que no estaban pensadas.


Volviendo a los niños, cuando llega la noche, la especulación pierde su parte divertida y aparecen los miedos. Esto repite el proceso desde la ingenuidad del niño a la aparición de los prejuicios de los adultos, el miedo a lo diferente, lo desconocido

En este libro se habla de la relación con los otros, con los diferentes. Pero no se hace de una manera dramática, didáctica, metafórica, dolorosa, denunciante… como tantos libros hacen (algunos son buenos libros como los de la imagen). 

Sino que el tratamiento es singular: se hace desde la negación de la diferencia, tanto que una vez conocidos los nuevos compañeros la palabra ha perdido todo el interés: los migrantes pasan a ser Etienne y Florence y al darles nombre la estructura de los prejuicios se desmorona y estos hermanos pasan a formar equipo con los primeros.

Cuando le preguntaron a Marcelo Simonetti sobre qué era un migrante para él, su respuesta fue contundente: Para mí es la otra mitad, lo que me complementa. Si siguiéramos esa lógica entraríamos en otro tipo de relación con los migrantes.

Y es que el autor quiere insistir en las ventajas de interactuar, de convivir con el diferente y en esas el último renglón del libro es definitivo: “formamos un equipo imposible de derrotar”.

Al hablar con el autor sobre la ilustración, nos contó que cuando escribe piensa en cosas que han de ir apareciendo en la ilustración, pero luego nada de lo que he pensado sale (sonríe). Y creo que es bueno porque el imaginario del ilustrador aporta su punto de vista y el libro termina siendo una obra conjunta. Sé que Manuela, la editora de Kalandraka, se tomó su tiempo para elegir al ilustrador, ilustradora en este caso.

Y solo tenemos que añadir que ha sido un éxito por lo vivas que se ven las imágenes y por los guiños que aporta, como esa mirada al cielo cuando van a entrar en el colegio pensando en que verán a los migrantes, donde se da esa mezcla de miedo y curiosidad.

Pasemos a la composición de la cubierta y contracubierta. Una vez leído el libro, ya sabemos la respuesta a esa imagen de la tapa en la que ambos niños están en sus bicis esperando a… Abrimos el libro completamente y comprobamos todo lo que la historia ha querido transmitirnos.

Los niños de la historia, La Pauli y su hermano, acaparan todo el protagonismo hasta que llegan Etienne y Florence y pasan a compartir por igual el espacio. Los adultos están, pero como si no estuvieran y Maria Girón sabe expresarlo en los dibujos: la maestra ni aparece en alguna ilustración, la abuela está de espaldas a la escena y de la madre vemos su cabeza por detrás mientras conduce llevándolos a la escuela.

El niño es el que narra la historia, pero su hermana es la que piensa y de forma muy especial, dándole oportunidad al autor para seguir con el aire divertido de la primera parte del libro: posturas, gestos, acrobacias… para que las ideas lleguen.

Y para acabar las reseñas de autor e ilustradora con datos que aparecen en la red. La del primero contrastada con él, la de la segunda escrita por ella misma.

(Como siempre, para leer bien los textos recuadrados picar sobre ellos para verlos en otra ventana).

martes, 10 de octubre de 2023

LOS LIBROS PROHIBIDOS



Cuesta trabajo escribir sobre el tema. No porque sea algo que suena a nuevo, que no lo es, sino porque suena a mentira, a vuelta atrás, a falta de honestidad, a intolerancia, a falta de rigor, a ignorancia, a abuso de poder, al deseo de pisar los derechos de otros... a fascismo. 

Evidentemente me refiero a las prohibiciones culturales a las que estamos asistiendo en general y a la de los libros infantiles en particular. 



Me avergüenza ver a una niña pequeña cantando "María de la O", repasen la letra, y a nadie (ni a sus padres, ni a los que ganan dinero con ello ni al público que le aplaude), se le ocurre decir que es una barbaridad que una niña cante esta historia. Pero sí hay quien piensa que un libro en el que se cuenta una realidad, por otra parte amparada por la ley, que puede servir para que alumnos de una clase conozcan cómo vive una compañera, lo acepten y no se genere bulling, al no ser la realidad que a ellos les gusta hay que prohibirlo. 


NO ES NUEVO

No es algo nuevo ni local. Miren lo que contaba una tira de Peanuts de ¡¡1972!!



La censura no es nueva y recordemos que tiene dos manifestaciones: por un lado los libros que se prohíben o recortan, y por el otro el producir, proporcionar y promover otros moralizantes, llenos de prejuicios, castrantes, que niegan la realidad y ofrecen una sociedad estereotipada donde no tienen cabida las realidades alternativas que a los conservadores molestan.

Si en mi infancia no había libros de María Teresa León o Antoniorrobles, sí los había de Pemán o de Serrano de Haro. ¿Les gustaría una vuelta atrás?



MENTIRA

Cuando no se cuenta toda la verdad de alguna forma se está mintiendo. Cuando en los libros todos los niños y niñas protagonistas tienen un papá y una mamá que se quieren (o que incluso los abandonan en el bosque, o que los mandan bien lejos a casa de la abuela, o…), no están contando todo lo que pasa. Sí les cae bien (a estos nuevos censores, me refiero) los niños adoptados, especialmente si son “chinitos” (moros no, sin pasarse), o padrastros y madrastras para representar a los malos alejando así la maldad de los padres biológicos, aunque la haya. 

No digo que haya que asustar a los niños diciendo que su padre puede abusar de ellos o que su madre puede abandonarlos (realidades, tristes), pero sí digo que si en algún libro aparece esta temática es que autor y editor (o autora o editora, claro) han encontrado viable esa historia y debemos presuponer su calidad literaria, que es en lo que debemos fijarnos. Igual el hablar de la masturbación, la hija de un cura, el adulto que abusa de un niño, el hijo fuera de un matrimonio, el novio de la madre, el dolor del exilio… todas esas realidades de las que hay que hablar, sabiendo a partir de qué edad y con qué tratamiento se hace.



Algunos de estos magníficos libros podrían sufrir un tijeretazo o llevarlo a la quema directamente si por ellos fuera.

VUELTA ATRÁS

Eran los años sesenta. En unos libros de texto nuevos que sustituían a las enciclopedias Álvarez, aparecía una vaca con un ternero en su vientre. Era la primera vez que se hablaba de reproducción. Venía a explicar el nacimiento de los mamíferos y con ello el de las personas. ¿Pero cómo salían los niños, por dónde? El maestro no quiso responder porque no sabía si podía hacerlo, había que preguntarle al cura. Lo hice y me tuvo media hora de rodillas rezando por haberle hecho esa pregunta indecente. 

A pesar de ese paso, la definición y el concepto de familia seguía siendo el mismo: “(…) agrupación con los padres, hijos y a veces abuelos, tíos, primos, etc. Toda agrupación para conseguir sus fines necesita de un jefe. El jefe de la familia es el padre. Como tal, trabaja y manda (…)”. Igual pasaba (¿y pasa?) con los libros de la Primera Comunión, con esas historias y lecciones y órdenes… ¿Todo eso no era adoctrinamiento, manipulación, exceso de fantasía y un largo etcétera? Los que siguen sin condenar el franquismo estarán completamente de acuerdo y añorarán una vuelta atrás.



FALTA DE HONESTIDAD

Si se es sincero con uno mismo entonces se reconoce el pasado, se reconoce el propio aprendizaje, se reconoce el entorno próximo, se reconocen las experiencias propias y de los de su alrededor y entonces no se tiene derecho a prohibirle ese acceso y esa realidad a los demás. Lo que no quita que deba ser en las mejores condiciones.

En encuestas realizadas sobre el aprendizaje personal en lo relativo a la sexualidad, la gente habla de lo que les contaron en la calle sus amigos y amigas, de cómo “malaprendieron” montones de cosas, de cuántos prejuicios se iniciaron con ello. Ahora se les quiere proteger de todo con el silencio, en vez de con una educación sexual integral (ESI), pero se les permite el móvil como regalo de Primera Comunión en el que un porcentaje elevado (al menos de varones) terminan viendo algo que no está pensado para ellos. A los estudios me remito, que si es a mi experiencia como docente digo que el 90 % del alumnado de 12 años ha visto pornografía.



Muchos adultos, sin embargo, hablan de sesiones de educación sexual en el colegio, donde vieron libros como “¿De dónde venimos?”, “¿Qué me está pasando?” y “Aún no queremos ser padres”. Fueron repartidos por las bibliotecas escolares de muchos colegios por el entonces Ministerio de Educación de UCD.  Contenidos muy explícitos muy bien tratados y con ilustraciones realistas pero humorísticas, se ponían al alcance de todos. ¡¡Año 1980!! Hoy, por lo visto, serían impensables.

¿Qué diría quienes han denunciado el libro “Cuéntamelo todo”, de Edictorial Takatuka, por presentar “penes de hombres adultos” y considerar el libro pornográfico (ilustración de la izquierda) si vieran en el colegio de sus hijos los cambios en la adolescencia de “¿Qué me está pasando?”, libro de hace CUARENTA AÑOS (ilustraciones del centro y derecha)?



IGNORANCIA

¿A quién han preguntado para considerar esos libros peligrosos, perjudiciales para la infancia? ¿A psicólogos y pedagogos y médicos y docentes… capacitados y apoyados en los estudios actuales y en la ciencia o a quienes consideran que el Vaticano es muy moderno? Hay realidades que no se pueden negar, y si se niegan seguirán ese curso de comentarios clandestinos que no controlaremos y que generarán todo tipo de situaciones casi siempre negativas.

Si no se admite que un niño pueda tener dos madres y se prohíbe hablar de ello o se inculca que es una aberración, cuando se lo encuentren (por ejemplo, un compañero de clase) se generarán burlas, rechazos y quién sabe. Es como seguir situando la homosexualidad como enfermedad y provocar el rechazo y el acoso y la burla y el escarnio y las agresiones por parte de los que han recibido esa instrucción. Podría ser que un libro donde se cuente esta realidad pueda ayudar a comprender al otro, a generar empatía, a ver qué se puede estar gestando bajo ese dolor. Pienso que los niños y niñas que se suicidan por el acoso hacia su condición son víctimas directas de estos que siguen prohibiendo que se hable de estos temas con la naturalidad que requiere.



En una Junta Escolar de Texas un padre atacó este libro, “Flamer”, ya que no podía entender cómo este libro tan lleno de barbaridades y maldad estaba en las bibliotecas escolares. Sus argumentos eran claros: “Satanás gobierna el mundo. Satanás habla a través de algunos de ustedes, podrían ser algunos de estos miembros de la junta, podrían ser algunos de la audiencia”. 

EL ABUSO DE PODER Y LOS DERECHOS DE LOS OTROS

Es terrible observar cómo hay colectivos que blanden como argumentos contra los derechos de las personas como si su ejercicio fuera obligatorio. Nadie manda a nadie a abortar porque exista una ley que lo permite, nadie obliga a una mujer a casarse con otra porque exista ese derecho legal. Quienes no quieran hacerlo pueden estar absolutamente tranquilos de que nadie les va a obligar a abortar, a casarse con alguien de su mismo sexo, a divorciarse, a terminar con su vida cuando el dolor y la proximidad de la muerte sean quienes controlan a un enfermo. Sin embargo, se echan a las calles para decir lo que no pueden hacer los demás, aunque sus derechos no vayan en contra de nadie. Eso sí, llaman niño a un feto sin formas, pero dificultan las becas de comedor para aquellos que pertenecen a una familia monoparental (¿Qué pasa con esto en Madrid?)



Basta tener poder para decretar contra los derechos de los demás. Qué peligro.

En 1976, “Un elefante ocupa mucho espacio”, el libro de Elsa Bornemann, fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional “Hans Christian Andersen”, otorgado por IBBY. Un año después era prohibido en Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto, fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a “El nacimiento, los niños y el amor”, de Agnés Rosenstiehl, editado —junto al de Bornemann— por Librerías Fausto.


TRABAJO POR HACER

Como con muchas películas, lo que requieren algunos de estos libros es una lectura en compañía. O bien en la clase donde maestros y maestras establecen un coloquio con la lectura y van poniendo las cosas en su sitio, o bien en casa con algún adulto que pueda comentar y resolver las dudas que les surjan a los pequeños lectores y lectoras.

Y esto lo pienso no solo con estos libros que han tenido esta polémica, sino también con los del otro extremo, los que han querido quitar porque eran machistas. Lo mejor es leerlos y criticarlos si es que procede: lo cursi de esta princesa, lo pánfilo de ese príncipe al que se lo han dado todo hecho, lo incómodo de ese voluminoso vestido que no la deja cabalgar…

Pero, sobre todo, porque entre los libros pretendidamente progres se meten algunos de dudosa calidad, que no vamos a quemarlos por malos, pero sí a criticarlos, lo que hará que chicos y chicas sean más exigentes con el producto que consumen.


¿Es criticable el libro aquí presentado porque sea tan explícito al indicar por dónde nace la niña? No, sino porque la ilustración no es buena, no hay proporciones, no hay un contexto acertado, hay elementos distorsionantes que no aportan nada, pero pueden confundir: ¿Qué significa la vela? ¿Por qué el sándalo? ¿Por qué en el suelo? ¿Qué fiabilidad nos da quien asiste el parto en esa posición y ese parecer de que está en pijama? ¿Qué posibilidades tiene de nacer esa niña sin ser asfixiada por una vulva que de cerrada no se ve?, etc.

ALGUNOS ENLACES

Artículo sobre libros prohibidos por la dictadura argentina.

Artículo sobre el padre que denunciaba Flamer

Artículo de Wikipedia sobre ESI (Educación Sexual Integral)

Artículo de Román Belmonte en “Donde viven los monstruos

Artículo en Colorín Colorado sobre libros prohibidos

Artículo en “El Español” sobre los libros que Vox quería retirar de la Biblioteca de Burriana

Vídeos ¿De dónde venimos? Y ¿Qué me está pasando? Se pueden buscar en YouTube.


domingo, 10 de septiembre de 2023

Esperando el amanecer (R)

(Para leer el contenido de los recuadros con claridad, picar la imagen)

Este libro nos lleva a este verano, y a todos los veranos por desgracia, en los que los incendios forestales han hecho tanto daño, pero con unos protagonistas que casi siempre se olvidan, los animales que los padecen, y que pueden aportar un poco más a la sensibilización que hay que contagiar ante estos desastres.

Pero el libro no es un panfleto, no es una denuncia documental, no es un libro de consulta. Muy al contrario, es poesía, es arte, es emoción, es sentimiento, es un grito… es un libro maravilloso, digno ganador del Premio Compostela 2022


No queda ahí el reconocimiento, sino que también mereció el Primer Premio a los libros mejor editados en 2022 en la categoría de Literatura Infantil y Juvenil y es una apuesta editorial clara ya que ha sido publicado en castellano, portugués, italiano, gallego, catalán, euskera y coreano; y próximamente en chino tradicional y turco.



Por eso de este libro podemos encontrar en la red mucho más que direcciones de librerías que lo venden, como suele ocurrir cuando consultamos algún título. Y vamos por ello a ofrecer estos enlaces:

Una entrevista en la web de “Vuelan las plumas” donde podemos escuchar a la propia autora hablar de la experiencia de creación, sus motivaciones y proceso.

Una entrevista muy ilustrada en la que la autora cuenta todo el proceso de creación, los estudios y retos superados en cuanto a planos, texturas, fondos, diseños de personajes, magnífico artículo en la web de “Un periodista en el bolsillo”.

Una crítica a la medida de lo poético del libro, donde el blog en el que aparece, IndiePerCui, piropea la obra con la misma lírica de la autora, pero en italiano.

Y una entrevista más, en el canal de YouTube “La hora de la merienda” de Rocío Campos.

 Y la editorial ofrece las primeras páginas que podemos disfrutar aquí.


En cuanto a mi aportación, me gustaría centrarme en la estructura de tres partes que se aprecia en el libro a modo de presentación-nudo-desenlace que para nada se queda en ese trío.

Los animales están en la oscuridad (el humo, el color negro, la incertidumbre…), no ven el sol y deciden ir a buscarlo. Cuando por la luz creen encontrarlo, ven que se trata del fuego y han de huir si quieren salvarse (el rojo, el miedo, la muerte…), correr, correr. Llega la lluvia, se reestablece la clama (luz, color, esperanza…) aunque lo perdido no volverá, es hora de cuidar y defender todos los colores de la selva, lo que cada uno representa.

Es un libro de emociones: incertidumbre, miedo y esperanza.

Es un libro de personajes: individualidad, unión, equilibrio.

Es un libro de tiempos: atardecer, anochecer, amanecer.

Es un libro de reflexión ecológica: análisis, comprobación, propuesta.

Es un libro de desastre y reacción natural: humo, fuego, lluvia.

O lo que es lo mismo, un libro de ciclo natural: vivir, morir, renacer.

Es un libro de denuncia: oscuridad, agonía, claridad.

Es un libro de viaje iniciático (ya no vuelven a ser como antes), es decir: caminar, correr, andar.

¿Es un libro cinematográfico?: plano general, primer plano, plano panorámico… y más.

Es un libro de detalles plásticos: las sombras en la oscuridad, las chispas incandescentes, la lluvia que cae gota a gota.

Es un libro de psicología del color: negro, rojo, múltiple.




La presentación de las escenas en el espacio único que resulta de la unión de las dos páginas, da una amplia visión de cada momento, permite a la autora colocar estratégicamente a los personajes y a los vacíos, o a llenarlas completamente de acción. Un placer visual, una gran denuncia con texto delicado, un lujo de edición en un libro para disfrutarlo muchas veces.

La autora

Nacida en Perú, viajó con su familia a Estados Unidos. Terminó los estudios de Arquitectura, pero eligió el dibujo y la pintura antes que los edificios, especialmente si se trata de paisajes y animales. Desde 2015 es la promotora del proyecto Different Folks Co., donde reúne sus creaciones elaboradas.




martes, 5 de septiembre de 2023

Escritos en el mar (R)




Cuando voy a reseñar este libro, me pongo a buscar ese otro de título “Escritos de otro mundo” que es muy parejo a este. Pero no lo encuentro entre los libros juveniles que tengo, hasta que veo que lo he colocado con los de adultos. Y es que los libros con relatos de varios autores, de distintas trayectorias literarias, sobre un tema y un punto de partida común no tienen por qué conseguir unos mismos “niveles de lectura”. En el título que cito, encontré algunos que los vi más “disfrutables” para adultos que para jóvenes. Y de ahí que lo colocara en otra estantería. 



“Escritos en el mar” pertenece a esta colección dirigida por el escritor Daniel Hernández Chambers dentro del sello Kalandraka. La idea es desarrollar un relato ligado a un autor o autora especialmente unido al tema que los agrupa, en este caso el mar. Claramente los escritores no han tenido unas pautas sobre como planear su historia, tan solo dejar patente a qué autor o autora se “homenajea” y que el mar aparezca vivo como un protagonista más.




Los escritores y escritoras que participan en este proyecto han puesto especial esfuerzo en acercarse a la prosa del autor que retratan (el intimismo, lo descriptivo, la sencillez, lo misterioso…) y en varios casos recoger aspectos biográficos más o menos auténticos, más o menos inventados. Por ello, cuanto más se conozca a los autores recogidos y a su obra y vida, más se podrá disfrutar del relato que los evoca. Y he aquí que vuelve a surgirme la duda: ¿en qué estantería coloco el libro? 

A modo de índice y breve reseña del contenido, aquí van estas fichas:








Ni que decir tiene que reseñar este libro daría para siete comentarios largos, más otro que tratara el conjunto (¿por qué un autor contemporáneo entre los de una generación “casi 98” ?, ¿por qué no están Alberti o Baroja?, ¿por qué no hay al menos uno no literato sino explorador o científico?, por ejemplo).     

De lo que sí hay que hablar más es de las ilustraciones de Federico Delicado que, como los escritores, no toma una pauta común para ilustrar los relatos. Para Salgari elige un retrato “tuneado” en el que mostrarlo como él mismo y como El tigre de Mompracem”, como las dos facetas de una misma personalidad, lo que se dibuja también en el relato; o ese representar que los viajes de Verne que aparecen en algunas de sus biografías fueron solo imaginación, al sentar a un pequeño Jules con un Nautilus en una pecera en escena muy doméstica; o… Todas y cada una de las ilustraciones, intencionadamente colocadas al final de cada relato, son un broche para el mismo: en unos casos como interpretación, en otros como prolongación de lo contado y, en un caso, me atrevería a decir que como “reconducción” de lo que se ha contado.

 

Reseña del ilustrador escrita por la editorial.